COCA-COLA

martes 10 de agosto de 2010


COCA-COLA


Coca Cola : “!Los dioses deben estar locos!”                                     

(por Sylvia Karl)

Colombia. Una calle en la ciudad de Barranquilla en septiembre del año 2003. Un joven de 15 años anda en su bicicleta. De repente aparecen 4 sujetos enmascarados. Paran al joven y lo meten violentamente a un carro. Empiezan a golpear al joven, preguntándole sobre su padre. Después de horas de maltratos y torturas dejan salir al joven.  Mientras tanto en la casa de sus padres se recibe una llamada telefónica: “!Hijo de puta, te vamos a romper la madre!”. El joven es hijo de Limberto Carranza, líder sindical y trabajador en una planta de Coca Cola en Barranquilla.

Colombia. Un hombre trabajando en una fábrica. De repente aparecen hombres armados en su lugar de trabajo. Con 10 balas matan al trabajador. El hombre asesinado por grupos paramilitares se llamaba Isidro Segundo Gil, líder sindical que trabajaba en la planta Carepa, una embotelladora de Coca Cola en Colombia. Al otro día un grupo de hombres armados volvió a la planta, llamaron a los trabajadores y los amenazaron a muerte si no dejaban el sindicato. Los paramilitares acamparon durante dos meses afuera de la planta y después el sindicato se había disuelto. Muchos trabajadores se fueron por miedo y otros los despidieron. Los trabajadores con experiencia recibían un sueldo de aproximadamente 380 dólares al mes y los reemplazaron por trabajadores sin experiencia, pagándoles 130 dolares mensuales.
 
Lideres sindicales amenazados, torturados y asesinados durante los últimos años. Ya algo cotidiano en Columbia. Una lucha por un trabajo digno se convierte en una lucha por la vida. Paramilitares y asesinos a sueldo contratados por la multinacional The Coca Cola Company. Impunidad y la complicidad de gobiernos con esta empresa le hacen fácil el juego a Coca Cola. El sindicato colombiano SINALTRAINAL (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos) ha demandado junto con el International Labor Rights Fund varios veces a The Coca Cola Company igual que a NESTLE por violación de derechos humanos y asesinato, pero, por razones bien conocidas, ningun juez ha condenado hasta la fecha a la empresa.  

La India. La region Kerala en el sur de la India es una región fértil y rica en agua. La mayor producción de arroz y otros alimentos de la India viene de este estado. Ahora los ríos y los pozos se secan, el nivel del agua subterránea baja cada día más y la tierra está contaminada. Las mujeres tienen que caminar diario muchos kilómetros para conseguir el “oro azul”, como le dice la activista Vandana Shiva al agua. La escasez de agua tiene un culpable. En Plachimada en el estado de Kerala se inauguró en el año 2000 una planta embotelladora de Coca Cola. 


Esta planta  sacó diario con bombas potentes un millón y medio de litros de agua del suelo. Una cantidad enorme ya que para la producción de un litro de Coca Cola se necestian 9 litros de agua. El nivel freatico, el nivel de agua en el suelo, bajó de 45 metros a 150 metros y se secaron 260 pozos de los habitantes en los alrededores de la planta. Mientras, la empresa Coca Cola distribuyó a los campesinos fertilizantes sin costo. Después, los campesinos en conjunto con algunos científicos descubrieron que estos supuestos fertilizantes eran los residuos tóxicos de la planta. 



Protestas y demandas de los habitantes de la región lograron que se tuvo que cerrar la planta en 2004. Era solo una planta de 52 en toda la India, pero un triunfo para los opositores. El juez B. Nair, quien dictó el cierre de la embotelladora,  puso algo sensacional en la sentencia: “ …el agua es un recurso natural tan importante para la humanidad que no debe convertirse en propiedad privada.”  Un triunfo para la gente de Kerala que no duró mucho. En 2005 otro juez dictó la reapertura de la planta con una cantidad permitida de agua extraida

Dos ejemplos de dos países que se repiten diario alrededor del planeta. El símbolo más significativo del capitalismo empezó su historia de manera insignificativa. 1886: un hombre es adicto a la morfina. El hombre es general de las fuerzas del sur de Estados Unidos y, como muchos que militaban en la guerra civil estadounidense, se volvió drogadicto. El general también era aficionado a la química y solía experimentar en su laboratorio. La leyenda dice que en un día de desesperacion, el adicto preparaba en su laboratorio un jarabe de azúcar con extractos de hojas de Coca y nueces de Cola. El año: 1886, el hombre: el coronel John S. Pemberton de Atlanta, Georgia. Se inventó el producto comercial más conocido del mundo, la Coca Cola. Su nombre de marca es hoy el más caro en el mercado mundial, todavía antes de Microsoft, IBM, General Electric y Mc Donalds.  El producto colonizó culturalmente el mundo, vendiendo sin escrúpulos su estilo de vida. Asesinando, torturando y contaminando alrededor del planeta. Pero esta visión es marginal en comparación a la visión dominante: el exito del producto consiste en que una Coca une a culturas, religiones y países. Paz y igualdad para todos con una Coca en la mano. 


La bebida es el primer producto en la historia comercial que no se vendió como producto sino como una imagen, como una marca. Pendergrast, el autor del libro: “Para Dios, la Patria y Coca Cola” dijo que una máquina de coser no necesita publicidad, se vende por si sola por que se necesita, una Coca solo se vende por la indoctrinacion cultural de millones de consumidores.  Si no fuera por la manipulación publicitaria ¿Quién tomaría un vaso de liquido con 12 cucharadas de azúcar si no fuera una Coca? El término “Coca Cola” es hoy la palabra más conocida en todo el mundo después de “okay”. Sin duda una historia de éxito para sus propietarios.

En 1886, el Señor Pemberton no se imaginaba nada de eso. Tenia junto con otros socios una pequeña empresa, la “Pemberton Chemical Co.”, que inventaba productos para la caída del pelo, para la tos y jarabes de frutas. El nuevo producto con los extractos de Coca y Cola lo quería vender como bebida contra la fatiga, los dolores de cabeza y la migraña . El jarabe se vendió en algunas farmacias en Atlanta pero no tenía ningún éxito, así que la farmacia Jacobs empezaba a regalarla para darla a conocer. En la fuente de soda que estaba anexada a las farmacias, se mezclaba el jarabe con agua carbonatada y así nació el refresco Coca Cola. Se vendieron unos vasos al día pero el producto no tenía ninguna importancia. 


Pemberton murió de su adicción y sin recursos en 1888, sin saber que su invento enriquecería enormemente a sus sucesores. Antes de su muerte vendió su empresa en 2300 dólares a Asa O. Candler, un farmaceuta y genio de la publicidad, el cual supo manejar el producto. Por primera vez no se vendió el producto sino el nombre y la imagen. Candler sabía que se puede vender todo con buena publicidad y en 1891 empezó a producir calendarios que se distribuían por todos lados con la imagen de Coca Cola (ya tenia el mismo logotipo que se conoce hoy). Mandó a vendedores como misionarios hacia todos lados de Estados Unidos para vender el producto milagroso. Se vendió la misma idea que hoy: “Con una Coca te sientes mejor, con una Coca eres mejor”. 


 En todo el país y por todos lados se veía el logotipo en rojo y blanco. La continuidad de la imagen junto con la continuidad del sabor es lo más importante de esta marca. Con ella también nació el sistema “franchise”: se establecieron empresas embotelladoras por todo el país y The Coca Cola Company vendió a cientos de embotelladoras locales su jarabe y ellos se dedicaban a elaborar la bebida, embotellarla y distribuirla. En 1897 era conocida en todo el país y pronto empezaron a construir embotelladoras en sus posesiones:  1906 en Cuba, Puerto Rico y Panamá, 1907 en México y Hawai y 1912 en Filipinas.

En 1923 Candler vendió la marca en 25 millones de dólares a un banquero y maestro de la publicidad, al señor Woodruff. Su visión era: “Una Coca debe de estar al lado de cualquier ser humano”. Observó que con el boom de la industria del automóvil también la Coca podía expansionarse. Las primeras gasolineras eran la mejor manera de vender la Coca: el coche toma gasolina, el conductor una Coca para refrescarse. Una combinación ideal para la venta del producto. La bebida se convirtió en un mito y la mayoría de los estadounidenses empezaban a identificarse con este liquido negro: “Un americano sin su Coca no es un americano.” Para Woodruff la Coca tenía un espíritu casi religioso y en los años 30 contrató a un diseñador sueco para que  creara unos anuncios de navidad. Así se inventó el nuevo Santa Claus: un viejo barbudo con su ropa en rojo y blanco, igual que los colores de la Coca Cola. A partir de ahí la gente decía: “Si Santa toma Coca, debe de estar bueno.”

En 1926 Woodruff ya no le bastaba el mercado en el continente americano y buscaba la forma de expansionarse a Europa. En 1929 se fundó la primera embotelladora en Alemania y cuando Hitler tomó el poder en 1933, el presidente de Coca Cola Alemania, Max Keith, se convirtió en miembro de los Nazis para impedir que su bebida fuera declarada una bebida americana y judía y por lo tanto prohibida. Hitler y los Nazis llegaron a ser sus mejores clientes y así, en los Juegos Olimpicos en 1936, en Berlin, Woodruff visita a la elite de los nazis: la  Coca Cola se vuelve la bebida oficial de los Juegos de Hitler. Woodruff, preguntándole con respecto a su cooperacion con los Nazis, siempre respondía: “Mi política se llama Coca Cola.”

“Coca Cola y libertad”, otro lema de Woodruff, se volvió una estrategia de guerra para la empresa. Así el mejor momento en la historia de Coca Cola fue sin duda el ataque de Japon a Pearl Harbor en 1941 y la entrada de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial. Woodruff hizo un pacto con el presidente de los Estados Unidos, el general Dwight Eisenhower y aseguraba así que todos los soldados estadounidenses recibieron su Coca. “Cualquier soldado americano en cualquier parte del mundo debe de tener su Coca a un precio de 5 cent. Yo mismo voy a asegurarlo”, decía Woodruff y la Coca se volvió “bebida oficial” del ejército. 3 millones soldados consumieron así casi 10 mil millones de Cocas durante la guerra alrededor de todo el mundo. Eso sí no era un mal negocio. Uno de los soldados, Robert Scott, dijo en ese entonces: “No sé que significa democracia pero nosotros luchamos por esta mujer (la Coca Cola). Ella significa para nosotros América, democracia, hamburguesas, camas limpias y el estilo de vida americano” (del libro “Para Dios, la Patria y Coca Cola”. De M. Pendergrast).


Las botellas fueron enviadas con los buques del ejército a Europa, África y Asia. La empresa recibió un precio especial del azúcar (en ese entonces racionado para la población civil) y protección del ejército para sus nuevas embotelladoras. Para el presidente Eisenhower la presencia de Coca Cola fue de suma importancia y ordenó que en todos los países liberados por su ejército se deben establecer embotelladora – la imagen “Coca Cola y libertad” en la visión colonizadora. Hasta después se supo el porque de su cooperación: Coca Cola financió la campaña presidencial de Eisenhower. Después de la Segunda Guerra Mundial The Coca Cola Company habia establecido 46 embotelladoras más en África del Norte, Europa, Asia y Australia.

A partir de esta batalla de triunfo no había guerra en la cual The Coca Cola Company no participaba. Coca Cola llegó a ser el índice de los Estados Unidos para democracia y libertad, entre más libre y democrático el país, más Coca Cola se consume, así la doctrina religiosa de la multinacional.  Hoy en día, después de las batallas contra el comunismo y el terrorismo tienen en casi todos los países del mundo embotelladoras y más de 400 marcas (Sprite, Fanta, Ciel, Schweppes, Bonaqua y cientos más). El dirigente de Coca Cola, el cubano Roberto Goizueta está convencido: “Mientras un ser humano necesita 2 litros de líquido al día, el crecimiento de nuestra compañía no tiene limites.” Con su monopolio y su estrategia devastadora lucra ganancias millonarias también para sus accionistas: al segundo hombre más rico de los Estados Unidos, W. Buffett, pertenece el 8% de las acciones de la empresa. Esto  es posible gracias a una estrategia infalible de Coca Cola: la destrucción de economías locales alrededor del mundo - reemplazando bebidas naturales, determinando precios de recursos naturales (agua, azúcar etc.), desapareciendo pequeños negocios familiares e industrias locales.  Así, alrededor de mil millones de consumidores toman diario un producto que produjo la empresa de Atlanta. Su estrategia esquizofrénica en la era globalizadora de productos y marcas se parece a la de McDonalds: “glocal”, una combinación entre global y local en la cual su mercadotecnia se adapta al mercado local, anunciando la bebida multinacional en cualquier rincón del mundo como algo local, algo propio de la gente. Por ejemplo en Sudafrica. Ahí Coca Cola adoptó el principio de “seriti”, el respeto dentro de una comunidad africana. En el anuncio se ve un joven que se convierte en hombre. ¿Cómo?: Vendiendo Coca Cola.

La colonización cultural, la “Coca-Colonización” ha descubierto sobre todo el “mercado de los pobres”. Los estrategas de Atlanta vieron que la gente en países del Sur sin posibilidad de estudios pueden ser manipulados más facilmente convirtiéndose así en consumidores más “fieles”. Poderse comprar una Coca sube su prestigio, sube su posición social y su bienestar individual, así les dice el anuncio como sermón una y otra vez. Así en muchas comunidades alejadas de las ciudades, en donde ni siquiera hay suficientes alimentos básicos para sus habitantes, el que sí llega, como fiel acompañante de los pobres, es el camión de Coca. Lo que la mayoría de los consumidores no sabe:  el consumo de refrescos y sobre todo el consumo de la Coca ha contribuido en muchas regiones del mundo a la malnutrición y desnutrición. Una Coca tiene una enorme cantidad de azúcar. Esta en combinación con otro ingrediente, el ácido fosfórico, desestabiliza el equilibrio de calcio y fósforo en el cuerpo, impidiendo la absorción de hierro y causando deficiencia vitamínica. La falta de hierro a su vez provoca mal nutrición y anemia, sobre todo en niños. La cafeína, ingerida de manera fría, en combinación con el azúcar, y vestigios de coca y cola (unos dicen que el extracto de la hoja de coca ya fue eliminada de la bebida, otros están convencidos que todavía contiene vestigios de coca, disfrazados en la receta oficial como “aromáticos naturales”) desequilibran el sistema nervioso y pueden provocar taquicardia, insomnio, dolores de cabeza y ansiedad. Ulceras gástricas y hasta cáncer pueden ser otras enfermedades provocadas por el consumo diario de la bebida.  El lema “Tu eres el mañana que queremos ver crecer” de la Fundación Coca Cola en México parece así un asunto macabro. La Fundación presume que ha construido desde el año 2000 66 albergues y 34 escuelas y ha apoyado, según sus estadísticas de caridad a 297.500 niños mexicanos. Su misión más importante:“reforzar las tradiciones, la cultura y la educación en México”. 



En otra parte del mundo: en el país africano Zambia se observaba que muchos bebes sufrían de desnutrición. Los doctores descubrieron que sus mamas les habían dado Coca porque pensaban que era lo mejor para ellos. Campesinos pobres en todo el mundo, vendiendo sus pocos productos naturales para poderse comprar una Coca (de RIUS: « La droga que refresca »).  Mientras tanto, The Coca Cola Company, convencidos de su producto milagroso y fiel a sus accionistas sigue anunciando la “sensación de libertad” que causan unos tragos de Coca. Por desgracia, los lideres sindicales muertos, los torturados y maltratadas, las trabajadoras denigradas, los enfermos y la gente sin agua no sienten nada de ese tipo de « Libertad ». 

“Los dioses deben estar locos”, decía una película en los ochentas del siglo pasado: En una comunidad de una tribu en África cayó del cielo una botella de Coca justo al lado de los pies de la autoridad religiosa del pueblo. ¿Qué era esa cosa?, se preguntaba la gente. No sabían que significaba ni para que se usaba y pensaban que solo podía ser una señal de los dioses. Con la llegada de este milagro empezaban los conflictos entre la gente de la comunidad, se peleaban, se dividían y en la comunidad ya nada era igual que antes del bombardeo de la botella de Coca Cola.

1 comentarios:


Acerbatus Funus Amatore dijo...
Tan mala es esta mierda que ustedes acabaron por hacerlemucho anuncio tanto que se puede antojar chingarse una coca en la tiendita de don julio para olvidar todo ese pedo. La investigación esta muy buena pero que es lo que le hechan a las bebidas que vende su bar ???? (que es muy bueno)

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